Confianza

 3 de la mañana, estaba medio dormida, no había mucho trabajo a esas horas, aun así permanecía en vigilia, estaba sentada en la oficina de mi jefa, debo admitir que su silla es muy cómoda, te puedes dormir si la reclinas un poco,no recuerdo en que posición estaba, pero escuche la vibración de mi celular cuando te mandan un mensaje, no era la alarma con el sonido de campanas del covitario, pero tenia el sueño ligero, fue entonces que abrí los ojos y leí un mensaje del señor Killer, tenía unos días que le había pedido su numero, a decir verdad me costo mucho pedirle su número.

Iba a mandarle unas cosas por correo, dulces de mi país, cosas con chile porque se que le gusta, y mirando a mi sobrino estando en casa de madre le mande un video todo random mientras mi sobrino de 2 años comía gomitas de mango con chile y decía que no le picaba.

Era Octubre como ya había mencionado y mi madre había venido de visita, por eso todos estábamos reunidos, sin embargo no estaba preparada para decirle que Ges y yo nos íbamos a separar, después de todo lo que pasamos para casarnos, el hecho que mi suegra me odiara por que no era lo suficiente para su hijo, por mi físico entre otras cosas, el pensar que iba a separarme me acobardaba, con que cara podría decirle a mi madre que ya no estaría con aquel por quien tanto luche.

Sin embargo los caminos de Dios son misteriosos, pero estaba jodida en esos días, por eso en la guardia, mientras trabajaba, sin ánimos de nada, solo intentando seguir me sorprendió ese mensaje, un mensaje todo random  en donde mi señor Killer me preguntaba que podía tomar para no sentirse mal y olvidar.

No hay tal cosa, solo nos queda seguir avanzando y aprender, pero al hablar con el señor Killer me vi reflejada de cierta manera, el necesitaba apoyo y yo estaba ahí, siempre le pregunto porque me llamo, él dice que porque confiaba en mi, en que no le daría la espalda, yo un simple mortal hablando con la persona que más admiro en el mundo y que necesitara ayuda, al oírlo me percate de su dolor, por eso le llame, era raro, no sabía como empezar, pero poco a poco mientras conversábamos se me fue la noche, de vez en vez revisaba que no tuviese muestras y afortunadamente fue una noche muy tranquila, eran mis 6 de la mañana cuando le dije que debía preparar cosas de mi trabajo, que intentara dormir, y que si necesitaba hablar ahí estaría.

Como le explico que soy yo quien lo necesita ahora?como le explico que me hace falta? extraño mucho su olor, extraño el tono de su voz cuando me llamaba por mi nombre, lo suave de su piel que es tan blanca, verlo acostado al lado mío, acurrucado, mientras rascaba su cabeza, se veía tan lindo, tan frágil, pero cuando sonreía con malicia parecía un autentico demonio perverso y me hacia querer recorrer todo el infierno con él.

Este será un capitulo muy pequeño, se me ha pasado la hora de dormir, y mi señor se molestara si despendolo, aunque los demás no lo entiendan, aunque se que ya no soy una niña a la que la mandan a dormir, me gusta seguir sus ordenes, aveces no pienso las cosas, pero cuando el se preocupa, me hace sentir especial, me hace sentir que le importo y que me cuida, pese a mi edad, eso es algo que me gusta de él, no es solo el hecho de seguir indicaciones u ordenes, me siento protegida, siento que puedo confiar en él, antes tenía un dicho, pero creo que nadie lo entendía.

El dolor no es dolor, se trata de confianza, si aprendes a confiar en la otra persona, eso lo cambia todo. Esta frase la decía mucho, no se trata de mi fantasía sexual de sentirme dominada, de fantasear en el dolor, para mi se trataba de confiar, se trataba de entregar todo de tí, por eso confío en mi señor, por eso ahora cuando me da una indicación se que el confía en mi, aveces no mentiré, cometo errores, pero aun así confío en él.


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